Carnavalina modernista, poema de Fr. Jacobo Publicado en Cyrano el 16 de febrero de 1917
Una dama parisina,
un si es no es versallesca,
de blondo cabello etíope,
y ojos de color de cera,
pensó pasar estas noches
gótico-carnavalescas,
viviendo la vida mansa
del disfraz y la careta.
Y pensado y hecho hundió
sus redondeces goyescas
en cachemir bizantino
y en cismáticas esencias
y se fue a un baile de máscaras,
asaz pálida e inquieta.
Pensó dar a los sentires
que su alma amarillean
quietudes de esfinge estóica
y ensoñares de palmera,
y ¡oh, caprichos de Medusa!
y ¡oh, charangas indiscretas!
allí, piernasuelteándose,
se encontró la versallesca
con el galán donjuanesco
que le estropeó sus siestas
entre frases ambarinas
y marfileñas promesas.
Y allí fue Troya, y allí
el galán con frases feas
desgranó conceptos pútridos,
y la dama versallesca
llenó el líquido incoloro
de sus lágrimas de persa
las cuevas de sus mejillas,
flácidas y macilentas,
y tumbalarguideándose
en el quicio de una puerta,
rasgó el bizantino traje,
mordió con furia sus medias,
cadaverizó su yo
en polícromas cadencias,
y juró por los amores
del lirio y la selva negra
no discurrir por salones
con disfraz y con careta
hasta no conjuncionarse
al cisne de la cisterna
cuando la laguna estigia
le acariciaba la pierna
y en sus abrileños rizos
rozara la ténue hierba
que dio a Reno la hipertrofia
y el color a la oropéndola.
Las asociaciones del Casino, el Ateneo y el Club Victoria se daban cita organizando sus propios bailes de sociedad. Lo hacían en el Teatro Principal de manera alterna desde el domingo de Carnaval. El Baile de Piñata en el Casino era de carácter más aristocrático. Mientras que las clases menos pudientes podían asistir a uno de los tres grandes bailes que organizaba el Centro Popular Cartagenero en el Teatro Circo.
Las fiestas de Carnaval quedaron reducidas a la calle Mayor, según
la prensa de 1917, llena de papelillos y serpentinas. Tengamos en cuenta
que las comparsas y charangas frecuentaban los lugares
donde podían obtener más público y más dinero.
La calle Mayor era donde confluían las gentes que acudían a los
distintos bailes de máscaras que se daban en el Casino y en el Teatro
Principal.
Era el corazón de todas las celebraciones, y lo sigue siendo. Del Carnaval y de la Semana Santa.
La gente joven se dispone a divertirse el próximo Carnaval. Según nuestras noticias, el lunes, segundo día, por la tarde,
darán los Exploradores en el teatro Principal un animado baile, al que
concurrirán, además de las niñas que han trabajado en el
festival del pasado domingo, que lucirán los preciosos trajes que en
aquel sacaron, los hijos de los socios del Casino, Ateneo y Club
Victoria.
Entre los pequeños danzarines reina el mayor entusiasmo, pues la
fiesta, para la que es indispensable el traje de máscara en los niños,
promete gran brillantez.
El Porvenir, 08/02/1917
El día anterior, domingo, el Centro Popular Cartagenero había
celebrado un baile infantil de piñata para sus asociados en el Teatro
Circo, de cuatro a siete.
Las comparsas de Carnaval, además de las populares de Alvira, Los
Carthagos o Los blancos y azules, también estaban constituidas por
estudiantinas como la de la Cruz Roja, de carácter benéfico.
Esta era una orquesta compuesta de guitarras, bandurrias y laúdes
dirigida por don Paco Peragón y en los coros por don Isidoro Nájera y
don Pedro Egea. El músico don Ángel Rogel también
participaba con su estudiantina para recoger fondos destinados a la
Casa de Expósitos. Un año llegó a recaudar 1.219 reales.
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