jueves, 6 de abril de 2017

La primera Academia de Música "oficial" en Cartagena



 EL ATENEO DE CARTAGENA


Las primeras sociedades y casinos de Cartagena tuvieron un carácter cultural como el Ateneo. El Ateneo tuvo su origen en una sociedad denominada "La Amistad" cuya sede primitiva fue un edificio de la calle Honda esquina con la de Balcones Azules: el 16 de febrero de 1855 se estableció en la plaza de San Sebastián como Ateneo. El edificio fue remodelado y decorado interiormente en 1884, siendo entonces su presidente el General Justo Aznar,  a la vez presidente del Casino, Ateneo y Círculo Industrial en 1888. Eran lugares de convivencia entre los altos estamentos civil y militar y órganos aglutinadores del sentimiento localista y de un pretencioso protagonismo que rayaba en lo oficial y político.





El nuevo edificio del Ateneo fue remodelado en varias ocasiones pero su exterior apenas fue alterado. La fachada no tenía nada de particular respecto a la arquitectura colindante, era una construcción de dos plantas con ventanas y balcones y cubierta plana con terraza. Lo más interesante era su interior, con decoraciones más o menos modernistas en algunas salas. Tenía un patio claraboya con galería en el piso superior. En los muros del patio había pinturas, de diversos asuntos, entre ellos las cuatro estaciones en figuras de jóvenes muchachas ambientadas en paisajes de la estación en concreto. Las pinturas, por lo que se puede comprobar de los fragmentos de fotos, eran algo modernistas. La primavera estaba tratada de una manera más caligráfica, las flores y telas muy contorneadas. Las pinturas eran obra de Wssel de Guimbarda y fueron restauradas por Sánchez Rosique en 1918.









El salón de baile era una habitación rectangular con dos arcos rebajados con columnas en los extremos, ya que la planta era muy alargada y necesitaba refuerzos. Posiblemente este salón es fruto de una reforma que unificó varias habitaciones. La estancia, que a pesar de todo, no era de muy grandes proporciones, tenía casi todos sus frentes recubiertos de espejos con enmarcaciones rococó modernista que agrandaban el lugar y creaban un espacio adecuado al ámbito de fiesta, este barroquismo se prolongaba por las escayolas y lámparas. El techo estaba decorado con pinturas de M. Arroyo. La composición pictórica dejaba grandes espacios vacíos, en el centro había como dos figuras femeninas envueltas en vaporosas telas flotantes y en un extremo varios angelillos. A la vista de las fotos conservadas es imposible identificar algo más de estas pinturas muy probablemente relacionadas con la danza o algún tema festivo ya que según Jorge Aragoneses portaban instrumentos musicales.



Estos extractos y fotografías sobre el edificio del Ateneo pertenecen a la publicación de F. Javier Pérez Rojas Cartagena 1874-1936 (Transformación urbana y arquitectura), editada por la Editora Regional de Murcia con la participación de la Universidad de Murcia y el Excmo. Ayuntamiento de Cartagena, de 1986.

Este fue el lugar donde en 1915, según Juan Bautista Aguilar Gómez, se fundó la primera academia de música que hubo en Cartagena por su hermano Francisco Aguilar Gómez.




FRANCISCO AGUILAR GÓMEZ

Nació Francisco Aguilar Gómez en Catral (Alicante) en 1891. Hizo sus primeros estudios musicales con los maestros locales don José Miralles, Director de la Banda de Música “La Constancia”, y con don Francisco Costa Morante, organista de la Parroquia, ampliando luego sus estudios de Piano en Valencia con el eminente Profesor don José Bellver y el de Armonía con don Amancio Amorós, de aquel Conservatorio, donde terminó la carrera de dicho instrumento, y la de Composición, que después revalidó también en el Real Conservatorio de Madrid.
Francisco Aguilar al piano con su hermano Juan de Dios
Dedicado por entero a la enseñanza musical, fundó en Cartagena, en 1915, una Academia Oficial de Música, incorporada al Conservatorio de Valencia. Luego, al constituirse el Conservatorio de Murcia [1918], traspasó al mismo su Academia, y más tarde, al fundarse en 1925 el Conservatorio de Música de Cartagena, pasó a formar parte de su plantilla de profesores, como Profesor de Armonía y más tarde Director, cargo que ha desempeñado hasta su jubilación [1969].

Ha compuesto música de distintos géneros, tanto religiosa como profana, habiendo sido premiado en varios concursos y actuando innumerables veces como Jurado en concursos y certámenes en toda la comarca.

Es también un notable pianista, habiendo tenido muchas y lucidas actuaciones y contando por centenares los alumnos que han recibido de él la enseñanza del piano y la Composición en Cartagena y en toda la comarca.
AGUILAR GOMEZ, Juan de Dios. Francisco Aguilar Gomez. En: Historia de la Musica en la Provincia de Alicante. Segunda edición. Alicante: Gráficas DIAZ, S.L., 1983, pág. 368 – 370, ISBN: 84-00-05602-7

Disponible en: http://blogs.ua.es/juandediosaguilar/2013/01/25/francisco-aguilar-gomez/



PRIMERAS NOTICIAS EN LA PRENSA

Las primeras noticias que tenemos sobre esta Academia de Música en la prensa local se remontan al mes de abril de 1917. El 28 de ese mes se anuncian exámenes de Piano, Solfeo y Canto para el siguiente mes de junio en la Academia Oficial de Música que sostiene el Ateneo Mercantil e Industrial, dirigida por el inteligente (sic.) profesor don Francisco Aguilar Gómez. Anuncian que al efecto vendrán profesores del claustro del Conservatorio de Valencia a realizar las pruebas, ya que dicha Academia está incorporada a ese centro. Y amplia la información dirigida a alumnos de ambos sexos de esta u otra academia que quieran dar validez oficial a sus estudios, que pueden matricularse en la Secretaría del Ateneo a lo largo del mes de mayo.

Así, el día 25 de junio de ese año se da noticia en El Eco de Cartagena de la llegada en el tren procedente de Valencia, de los profesores don Ramón Martínez y don Antonio Fornet, Director y Secretario respectivamente del Conservatorio de Música de la ciudad del Turia, informando como objeto del viaje la asistencia como parte del Tribunal que había de verificar los exámenes oficiales de las especialidades reseñadas más arriba. Además, completaron el Tribunal don Manuel Massoti y el mismo Director de la Academia don Francisco Aguilar.

El resultado de las pruebas se publicó al día siguiente en ese mismo diario y en El Porvenir. Los profesores volvieron a su ciudad de procedencia, y con este motivo se elogiaba al "joven incansable, que pone todas sus energías y conocimientos al servicio del engrandecimiento del divino arte; mereciendo de dichos señores que con él formaron el Tribunal de examen los plácemes más cordiales y sinceros". A continuación, se relacionaban los resultados obtenidos por los alumnos de la Academia cartagenera:

Señoritas Manolita Mellado, Pepita Linares y Caridad Bonet con Sobresaliente para 1º y 2º de Solfeo y 1º de Piano. La misma calificación para Solfeo y Notable para 1º de Piano para la señorita Paquita Berruezo y don José Lorente; Sobresaliente para 1º y 2º de Solfeo y Notable para 3º, además de Sobresaliente para 1º de Piano a la señorita Orita Pina; Sobresaliente para la señorita Ramona Fernández en tres cursos de Solfeo y cuatro de Piano, y Notable en Nociones de Armonía; para Salomé Tortosa, ídem en tres cursos de Solfeo y cinco de Piano, y notable en Nociones de Armonía y Formas Musicales; la señorita Carmencita García Sobresaliente en los tres cursos de Solfeo y cuatro de Piano, el quinto Notable, ídem en Nociones de Armonía y Formas Musicales; la señorita María Fernández (futura profesora de nuestro conservatorio) fue la única que se enfrentó a los tres cursos superiores y por tanto terminación de carrera de Piano con Sobresaliente en los cursos 6º, 7º y 8º del instrumento, así como Sobresaliente y Notable respectivamente en los dos cursos de Estética e Historia de la Música.

El artículo concluye: "Tanto por el número de alumnos como por las calificaciones obtenidas en el primer añomerecen mil felicitaciones la Directiva de este Centro, y muy especialmente el Director de la Academia señor Aguilar." Este dato nos obliga a resolver que la citada Academia no tuvo actividad efectiva oficial por lo menos hasta este o 1917, año que comienza a aparecer en la prensa para dar cuenta de sus logros y anuncios de matrícula y exámenes hasta que su profesorado pasa a ser parte de la Academia Municipal de la ciudad de Cartagena que se funda en 1925. Precisamente fue en 1917 cuando el Conservatorio de Valencia pasa a depender del Estado español después de haber sido sostenido por el Ayuntamiento y la Diputación Provincial, gestión que llevó a cabo don Ramón Martínez Carrasco, su Director en ese momento. Esto induce a que pensemos que fue justo entonces cuando la Academia creada en el Ateneo en 1915 según Juan Bautista Aguilar se incorporó al Conservatorio de Valencia, pasando entonces a ser noticiable en los diarios locales de Cartagena por el carácter oficial de los estudios musicales que allí se daban. 

En otra columna del diario se destacaba a la alumna del profesor Aguilar la Srta. Carmen García y Sala, hija del capitán de Artillería D. Pascual García Gómez, por la máxima calificación de sobresaliente en los cinco primeros cursos de piano y tres de solfeo; y el El Eco de Cartagena se destacó a la Srta. Ramona Fernández también por sus altas calificaciones en cuatro cursos de piano, tres de solfeo y uno de armonía, reseñando que era alumna aventajada del fallecido Antonio Lizón (o Lisson), habiendo sido preparada de manera desinteresada tras este triste suceso por la Srta. Angelita Martínez Albaladejo, siendo ambas felicitadas públicamente.

Datos sobre estos primeros años del Conservatorio de Valencia, cuando la academia cartagenera dependía de aquel, en la tesis doctoral de Ana Fontestad Piles de 2006.

Extracto disponible en:             
http://revistadigital.csmvalencia.es/wp-content/uploads/2014/04/b-artc3adculo-hc2aa-del-conservatorio.pdf 



ACTIVIDAD ACADÉMICA

En agosto de 1917, aparecía la noticia de la reanudación de las clases particulares en la Academia de Música, en las asignaturas de Solfeo, Piano, Vocalización y Canto, estando a cargo, como en el curso anterior, las dos primeras asignaturas del profesor y Director de dicha Academia, don Francisco Aguilar Gómez, y las restantes del muy competente (sic.) profesor don Manuel Maestre de San Juan. Como dato relevante y curioso, se aclaraba que estas clases se alternarían con otras a domicilio que se impartirían los martes, jueves y sábados de 9 a 1 de la mañana y de 4 a 6 de la tarde.

El 13 de octubre, con motivo de la apertura del curso 1917-18, celebró la primera audición (sic.) de sus alumnos. En La Tierra se detalla el programa:

Primera Parte

Gran Vals Brillante para piano, op. 18, de Chopin; por la señorita Laura Egea, alumna de 5º curso.
Camelias y Nardos, Tiempo de Rigodón, para piano, de J.M. González; por la señorita de curso 1º Caridad Bonet.
La Africana, Pequeña fantasía, para piano, de Meyerbeer; por la alumna Paquita Berruezo de primer curso.
Tannhauser, Fantasía para piano (O. Silka), de Wagner; por la señorita Luisa Lafuente, de primero.
Sevillanas, de la Suite Española, para piano, de Albéniz. por la alumna de quinto curso, señorita Salomé Tortosa.
En el Sarao, Gavota para piano, de P. Beneito; por la señorita Carmen García, alumna de quinto curso.
Primer Tiempo de la Sonata, op. 7, para piano, de Beethoven; y El Viejo Castillo Moro, (Cuentos y fantasías) de E.L. Chávarri; por la alumna de Concurso, señorita María Fernández (futura profesora de nuestro conservatorio).
Las Musas Latinas, (Canción de los pajaritos), de Penella; por la alumna de primer curso de Canto, señorita Caridad Arnau.

Segunda parte

En los altos de Tafalla (Jota Navarra), para piano, de Romero; por la alumna señorita Carmen García.
El Carnaval de Venecia, para piano, de Paganini; por la alumna de primer curso, señorita Manolita Mellado.
Tosca, Fantasía para piano, de Puccini; por la alumna de primer curso, señorita Pepita Linares.
Madame Butterfly, Selección para piano, (M. Chiesa), de íd.; por la alumna de primer curso, señorita Angelina Abril (futura profesora de nuestro conservatorio).
Two Step, para piano, de J. Long; por el alumno de primer curso, don José Lorente.
Polonesa, op. 71, núm. 2, para piano, de Chopin; por la alumna señorita Laura Egea.
¿Qué has hecho de mis pobres violetas? Romanza de tiple, de J. Benlloch; por la alumna señorita Caridad Arnau.
Rondó [ilegible]; por la señorita Salomé Tortosa.
Goyescas (El Fandango del candil). Primera parte de Los majos enamorados, de Granados, y Danza de enanos, de Grieg; por la señorita María Fernández.

Y se especificaba al final que los alumnos de Piano eran de don Francisco Aguilar y los de Canto del profesor Maestre de San Juan.  Datos estos también significativos de que este profesor de Canto se había incorporado a la Academia ese primer año, ya que en abril se convocaban exámenes de esa especialidad, aunque ningún alumno se presentase en junio de ese año, pero en agosto se reanudaban esas clases de Canto. En la reseña de prensa del día 15 se señalaba la amplia concurrencia de público que asistió a este acto académico, así como los calurosos aplausos, con mención especial a la alumna Caridad Arnau y a la alumna particular de piano de la profesora doña Angelita Martínez Albaladejo, la señorita Ramona Fernández, que parece ser que actuó dentro del programa oficial, quien fue objeto de una gran ovación y también su profesora.
 
   

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